La organización no gubernamental Mulherio das Letras Indígenas congrega a más de doscientas mujeres indígenas brasileñas de diferentes orígenes y condiciones sociales y profesionales, que comparten su dedicación a la cultura. Entre ellas se encuentran artistas, profesoras, abogadas, doctoras o representantes políticas.
En 2023, su obra colectiva "Guerreiras da Ancestralidade" obtuvo el Premio Jabuti en la categoría de Fomento de la Lectura, y se encuentra disponible en descarga gratuita en este enlace.
Bajo la forma de antología, el libro presenta un centenar de autoras de poemas, crónicas y cuentos, con la singularidad de abrir cada entrada con una etno-autobiografía en la que ellas detallan sus orígenes y trayectoria vital. Es un trabajo de afirmación y creación de comunidad, sin antecedentes en cuanto su repercusión y valía.
Ellen Lima, quien cuenta con dos poemarios ya publicados por Editora Urutau, nos hace saber de su diáspora -condición que la llevó a residir en Portugal- y su ida y vuelta al territorio Wassu Cocal. La poeta estudió la antigua lengua tupí, que entremezcla con el portugués en sus versos.
Traduzco al español dos de sus poemas presentes en la antología. Me he permitido acompañar sus palabras originales en tupí con una versión española. Léase esta versión entre paréntesis, con la intención de que el poema pueda ser mejor comprendido -aunque la poeta, como he dicho, tan solo intercala los idiomas, sin anotaciones ni cursivas.
DESAPRENDENCIAS
Olvidar lo aprendido
Aprender de nuevo
Lo que se creía saber.
La verdad no es occidental
Y el concepto de normal
Es un desierto de ausencias.
Desaprender
Por descuido o con intención
Despertará el ser.
SY (MADRE)
Mi cuerpo tiene firmeza
y maleabilidad de tierra.
Acomoda raíces ancestrales
y permite que árboles me muevan,
que pájaros me aniden,
que el río me curse.
Germino igual con lluvia o sequía
porque existo por debajo de mí.
Mi cuerpo es animado por Kûarasy (el Sol)
y converso en lenguas que no aprendí porque xe sy (mi madre) me ríe animada cuando hablo palabras de tierra.
Broto siempre del arubatã (pau-brasil) arrancado pues lo que está por debajo de ella es vientre que gesta todos los días nuevos mundos. Dentro y fuera de mí. Es todo lo mismo.
Contó Gilberto Gil que João Donato fue a visitarlo con una docena de temas instrumentales para ver si les podía poner letra. Todos ellos estaban dedicados a su novia Leila. Tras la charla, Donato se recostó en el sofá a hacer la siesta.
Gil se puso manos a la obra con el tema titulado provisionalmente "Leila IV" mientras Donato dormía tranquilo. Podemos imaginar la mansa figura de Buda del querido pianista.Al despertar, la canción estaba terminada.
Era el año 1986, y el resultado fue esta canción, "A paz", estrenada en 1987 por la gran estilista de la música popular brasileña, Zizi Possi.
La canción fue un éxito inmediato. Detrás de su apariencia sencilla y el obvio toque orientalizante, sin caer en el pastiche, hay una maestría harmónica superior. Una de grabaciones más difundidas es la del propio Gil en su disco "Unplugged", pero aquí los tenemos a los dos:
La letra es típica de Gil, con su afinidad por la filosofía del Ying y el Yang. He hecho esta versión, por si alguien la quiere cantar:
La paz invadiendo mi corazón
De repente lleno de paz
Como si el viento de un tifón
Arrancase todo el dolor
Donde ya no me entierro más
La paz trazó un mar de revolución
Que invadió mi destino, paz
Como aquella gran explosión
Una bomba sobre el Japón
Vio nacer un Japón de paz
Yo pensé en mí y pensé en ti
Lloré por los dos
Qué contradicción, la guerra alumbró
Nuestro amor en paz
Yo vi detenido mi navegar
Una senda llegó a su fin
El final de la tarde atrás
Donde el mar me arrebata así
Los lamentos de mi pesar
Sirva esta primera versión en español en tanto encuentro otra mejor que conserve el cromatismo del verso "onde o fim da tarde é lilás", que Donato amaba. Literalmente: donde el final de la tarde es lila.
"Amorinha" es una canción con ecos de morna caboverdiana y que hace un homenaje irónico-tierno a las canciones populares de amor muy sentidas y a sus cantores en eterno ay.
Chico César es un maestro de los juegos de palabras que esconden mensajes profundos entre bromas y veras. No he encontrado una buena versión para estos versos:
Amores vãos vêm / Na paz não fazem mal à ninguém
(Amores vanos vienen / En paz no hacen mal a nadie)
Pero igual ofrezco esta versión cantable, porque es una canción sensacional —como la interpretación de su autor— y me gustaría que se entendiera en español.
Escucho a Chico César contar cómo, tras asistir en los Grammy a una coreografía explosiva de la colombiana Shakira con todos su bailarines, llegó el turno del brasileño Djavan, quien se presentó solo acompañado melancólicamente con su guitarra. Chico César tuvo entonces la revelación de que la música brasileña es música latinoamericana, sí, pero "con sutilezas".
Asegurar esto, que la música brasileña es más sutil o espiritual que el común de la música latina, puede sonar chauvinista. Pero también es algo cierto, ¿no? Estoy seguro de que existen artistas equivalentes a Djavan, y al propio Chico César, en Colombia, en Chile, en Guatemala o en Honduras, solo que no los conocemos -o yo los desconozco. Si alguien puede hacer el favor de darme nombres, lo agradecería.
La canción que Djavan cantó en los Grammy fue "Faltando um pedaço". ¿Existe algo así como esta canción popular, con ecos de canción nordestina (y por tanto trovadoresca) y una letra tan sofisticada, no ya en la música latinoamericana sino en la española? Resulta que Ana Belén grabó una primera versión en 1988 y desde entonces la incorporó a su repertorio, llegando a grabarla después con un tierno Juan Echanove:
Si solo conoces esta versión, o la primera que Ana Belén grabó a dúo con un despistado Djavan, creerás que es un pastelito -y nada más. Ese saxo sin mesura, esos teclados, esos arrumacos. Pero lo peor de todo es la versión en español de Víctor Manuel, que destroza la profundidad de la letra original. Te lo explico con detalle.
Esta es la letra original:
O amor é um grande laço Um passo pr'uma armadilha Um lobo correndo em círculos Pra alimentar a matilha
Comparo sua chegada Com a fuga de uma ilha Tanto engorda quanto mata Feito desgosto de filha
Versión de Víctor Manuel:
El amor es un gran lazo Una trampa que te aísla Lobo que corriendo excita Hace aullar a la jauría
Comparamos su llegada Con la fuga de una isla Tanto engorda como mata Hace más cortos los días
Aquí duele el uso del plural comparamos porque lo que escribe Djavan es un yo comparo, yo cantador individual que invento esa metáfora arriesgada de la fuga de una isla. Y después, el insípido remate de que el amor hace más cortos los días. Lo que Djavan escribe es que el amor engorda tanto como mata, como disgusto de hija, como los sofocos a una adolescente.
Sigue la original:
O amor é como um raio Galopando em desafio Abre fendas, cobre vales Revolta as águas dos rios
Quem tentar seguir seu rastro Se perderá no caminho Na pureza de um limão Ou na solidão do espinho
En la primera versión de Ana Belén, Djavan canta esta parte en original en portugués. Ignoro la razón. Escuchamos tiempo después una versión completa en español con Echanove:
El amor es como un rayo Galopando en desafío Abre sendas, cubre valles Revuelve el agua del río
Quien quiera seguir su rastro Encontrará en el camino La pureza de un limón O una soledad de espino
La versión puede mejorarse, como luego voy a proponer. No es lo mismo abrir sendas que abrir simas, ni encontrar cosas en el camino que perderse en él.
Ahora el remate apoteósico:
O amor e a agonia Cerraram fogo no espaço Brigando horas a fio O cio vence o cansaço
E o coração de quem ama Fica faltando um pedaço Que nem a lua minguando Que nem o meu nos seus braços
La versión española no se sostiene por ningún lado:
El amor es la agonía Va consumiendo despacio Arrancando horas al hilo Hasta vencer el cansancio
Y al corazón de quien ama Le va faltando un pedazo Como una luna menguante Que se durmió entre sus brazos
En el original, asistimos a un combate entre las fuerzas cósmicas delamor y la agonía que, literalmente, consume el espacio con su fuego. El ganador es el celo, el deseo animal, que vence al cansancio -y que nunca, nunca trae consuelo al amante (ya he dicho arriba que esto va de trovadores). Aquí, en español, parece que estemos viendo una escena de telenovela.
Propongo esta versión, por si alguien quiere cantarla:
El amor es un gran lazo Una trampa y sus intrigas Un lobo corriendo en círculo Que alimenta a la jauría
Yo comparo su llegada Con la fuga de una isla Tanto engorda como mata Como disgusto de hija
El amor es como un rayo Galopando en desafío Abre simas, cubre valles Enturbia el agua del río
Quien quiera seguir su rastro Se perderá en el camino En lo puro de un limón O en lo amargo de un espino
El amor y la agonía Prendieron fuego al espacio Luchando horas al filo El celo vence al cansancio
Y al corazón de quien ama Siempre le falta un pedazo Como a la luna menguando Como al mío entre tus brazos
Y aquí la canción por Djavan en su versión más terrosa:
-"Faltando un pedazo " es una letra de Djavan adaptada al español por Tive Martínez, 2023
"O ciúme" es una de las canciones más estudiadas de las escritas por Caetano Veloso, tanto que existen tesis académicas que la analizan temática y musicalmente. Existe incluso una lectura popular, legendaria, por la que Caetano se habría inspirado en un asesinato por celos. La letra de esta canción tiene tanto poder simbólico que permite esta lectura anecdótica e improbable y muchas otras, aunque la principal sería una reflexión sobre la propia naturaleza de la poesía y el canto.
Muchos son los intérpretes que la han grabado, comenzando por el propio Caetano, su hermana Bethânia, Gal Costa y Geraldo Azevedo. Es muy interesante la trayectoria de esta canción fuera del mainstream, pues fue incluso versionada por el gran dúo folclórico Pena Branca e Xavantinho. Elijo esta versión con viola caipira (campesina), hecha sin alardes, por esa misma razón:
Otro de los temas centrales de la canción es la rivalidad entre las ciudades de Petrolina y Juazeiro, unidas/separadas por el puente sobre el río San Francisco, el "Viejo Chico", con su mítico cauce que nace en el corazón espiritual de Brasil y que va dibujando sobre el mapa las fronteras de sus estados. "O ciúme" son los celos, las envidias, los rencores, que pueden aplicarse a las dos ciudades fronterizas y a otros combates geográficos, políticos y mentales.
No voy a hacer aquí ningún análisis de la canción, dada la cantidad de los ya existentes. Mi aportación será una traducción al español con la intención de hacerla cantable en nuestro idioma. Es así:
Duerme el sol a flor de Chico, mediodía.
Todo yace embriagado de su ardor.
Duerme puente, Pernambuco, río, Bahía.
Solo vela un punto negro: mi rencor.
El rencor lanzó su flecha negra
Y se vio herido justo en la garganta
Quien ni alegre ni triste ni poeta
Entre Petrolina y Juazeiro canta.
Viejo Chico, desde Minas
Donde el fondo del misterio se escondió
Sé que llevas todo en ti, no me enseñas
Y yo solo solo soy yo.
Juazeiro, ni recuerdas esa tarde.
Petrolina, ni llegaste a entender.
En la voz que canta todavía arde
Aún se pierde, aún se va a buscar, qué fue.
Tanta gente canta, tanta gente calla.
Tantas almas son curtidas en tensión.
Sobre toda senda, sobre toda estancia,
Vuela, monstruosa, la sombra del rencor.
(versión española de Tive Martínez, 2023)
Y acabo con esta versión sofisticada y teatral de Bethânia, porque es espectacular:
Cuenta Luís Capucho, compositor e intérprete, que el poeta y profesor Rafael Julião le dijo que uno de sus poemas estaba inspirado en su peculiar fraseo. Este poema, que se incluye en "As seréias do hospício" (Batel, 2022), ha sido hecho canción y publicado como sencillo en plataformas digitales.
El poemario trata la cuestión de la enfermedad mental y se muestra radicalmente anti 'manicomio'. En español, antiguamente, un hospicio era un espacio público destinado a la acogida de personas sin hogar, arrojadas a las calles por la pobreza extrema, la marginalidad o las enfermedades incurables. Debería traducir mejor como 'asilo', 'sanatorio', en fin, palabras para ocultar el horror de los que allí residían. 'Loquero', también. Lo dejo en hospicio, y ya.
Una de aquellas residentes es Paloma, quien se deja arrastrar por sus deseos fuera de los límites oficiales de la razón:
BALADA DE PALOMA
Paloma cruza corriendo ella es libre allí en medio del barco y pide al hombre de blanco que no la detenga Paloma cruza el patio los bancos las familias y los palomos cruza por la muchacha con las muñecas vendadas y el viejo encorvado y la persona desnuda de pecho lacio pide calma los brazos en alto Guernica y pasarela cementerio carnaval. Paloma quiere cantar
Deja cantar a la sirena del hospicio Deja cantar a las sirenas del hospicio Déjame cantar a las sirenas del hospicio
Paloma cruza haciendo una escena ella está 'lock' y mi madre me lleva a desfilar por el pasillo que nunca se acaba Paloma cruza ante mí y continua ante mi madre cruza por el enfermero arrugado y el conserje allí parado y la niña alta que se queja de la grasa mojada en la ventana incendio en la platea soledad y vendaval Mamá quiere seguir
Deja seguir a la sirena del hospicio. Deja seguir a las sirenas del hospicio. Déjame seguir a la sirena del hospicio.
Paloma cruza lamiendo el suelo se ríe en la cara de los parientes y hace como que no está loca ella solo quiere provocar Paloma bordea el mundo y las palabras el monje avergonzado y el 'rehab' abogado del muchacho robot que alguien dopó y ve a la bebé despierta dentro de la mujer que no tomó baño rasura y acuarela inocencia y bacanal Paloma quiere bailar
Deja bailar a la sirena del hospicio Deja bailar a las sirenas del hospicio Déjame bailar con las sirenas del hospicio
Como sucede habitualmente con Luís Capucho, en la canción se encuentra rodeado de un excelente equipo de colaboradores. Mário Gesteira hizo la base de funk carioca -música urbana originaria de los suburbios y que ahora suena en discotecas-, las guitarras y bajo son de Vítor Wutzki, Claudia Castello Branco y la actriz Numa Ciro ponen las voces, la producción es de Bruno Cosentino más los citados Gesteira y Wutzki, y la mezcla y masterización corre a cargo de Ángelo Wolf.
- "Balada da Paloma" (Luís Capucho / Rafael Julião) versión de emergencia de Tive Martínez, 2022
Adulto/niño es una de las falsas dicotomías que hay que combatir. Es un retroceso en campos como el de las artes, donde crea categorías separadas como Literatura Infantil y Literatura Adulta, tan opresoras como las de Literatura para Mujeres y Literatura para Hombres.
Creo en la interseccionalidad como herramienta para acabar con las barreras de género, clase y, por descontado, edad. Por este motivo, leo con cariño dos publicaciones distintas que ahondan en los lazos entre niños y adultos, más accesibles en el seno familiar, pero que deberían ampliarse a toda la comunidad.
"Literatura nativa em família" (Editora Cintra, 2020) es todavía un comienzo en sus apenas 40 páginas de textos, dibujos y fotografías. Olivío Jekupé, uno de los más activos protagonistas de la literatura indígena contemporánea, inaugura aquí el mundo de posibilidades que ofrece la escritura en familia. Sus hijos han crecido escuchando en casa las narraciones orales guaraníes, de las que su madre, Maria Kerexu, es contadora magistral.
El cuaderno incluye la transcripción de uno de esos relatos maternos (sobre el origen del maíz) e incorpora otros tantos de cada uno de los miembros de la familia, desde el más pequeño Jekupé Mirim, al mediano Tupã Mirim y el mayor de los tres, Jeguaka Mirim, que a sus 18 años ya es autor de dos libros y tiene gran repercusión como agitador social con el nombre de Kunumi MC.
Por su parte, "Kumiça Jenó - Narrativas poéticas dos seres da floresta" (Underline Publishing, 2021) es el más reciente de los cuatro libros de Márcia Kambeba. Esta vez, la autora se centra en una serie de poemas narrativos en los que recrea personajes encantados de la cosmogonía amazónica, que le fueron legados en la aldea por sus bisabuelos y abuela, cuando los niños se reunían con los mayores para escuchar historias al caer la noche.
Márcia recrea esas historias de la tradición oral, transmisoras de conocimientos ancestrales, mientras refuerza su impacto en la memoria con la ayuda del ritmo y de la rima y, al mismo tiempo, las renueva. Por ejemplo, la bruja Matinta que aterroriza con su siniestro silbido agorero en la medianoche amazónica, adquiere características menos aterradoras, transformada en una mujer que solo busca compañía.
Y es que Márcia aprendió a amarla cuando de niña escuchaba su lamento, que marcaba la hora entrañable de recogerse e ir a dormir. La Matinta que Márcia nos transmite es un ser protector y, como tal, se enfrenta a los cazadores y otros destructores del mundo natural.
Al igual que Olívio Jekupé y su familia, Márcia Kambeba trabaja la interseccionalidad con la aportación artística de su hijo de 11 años, Carlos Augusto. El niño, en tratamiento de su condición de autista, usa el dibujo y la pintura en tela como vía de comunicación. Quiero felicitar a ambos, pues la comprensión y empatía que demuestran sus maravillosas ilustraciones y portada del libro son del todo ejemplares.
La abuela de Márcia fue también pajé, sanadora y orientadora espiritual de la aldea. Inspirado en la libertad de la autora, pido licencia para traducir en español uno de sus poemas, en los que se recuerda el singular poder de las almas bondadosas.
Los espíritus de las aves
La Naturaleza encantada se transforma por amor. A todos nos da lecciones de canto coral y orquestación. Para ahuyentar el peligro, en mujer se convirtió.
En árbol se hace visible y busca lo imposible para así reafirmarse. Quiere ver aves cantando, la pereza paseando, despacito y sin cansarse.
Pero el hombre en su crueldad no percibe esta belleza. Se halla señor de la realeza, dueño del bien y del mal. Su casa, una fortaleza. Transforma todo en ciudad.
En la cultura indígena, cada pájaro tiene su espíritu y sabe lo que piensa su agresor. Por eso vuelan lejos del fuego, siempre en bandadas que luego emigrarán con valor.
Cuando ven un alma pura que ansía comunicación, entonces se dejan ver. Toman forma humana, se aproximan y escuchan el corazón de quien ofrece amor, bondad y conexión.
Los espíritus de las aves conversan con el pajé, con los seres encantados, guardianes del bosque y su espesura que el hombre no puede ver pues su corazón está frío. Como piedra, su alma es dura.
Y se tienen que esconder, los pájaros en constante peligro. Libres, alegran la vida, y si encuentran el cariño cantan, silban, hacen sus nidos. No quieren estar solitos. Por eso conversan con el alma de los niños. Los pájaros traen la paz, la luz y la esperanza en el camino.