miércoles, 3 de marzo de 2021

Identidad Indígena

 Eliane Potiguara fue autora en 1975 del primer poema escrito en portugués por una mujer indígena, cuya versión española ofrezco a continuación. Durante esa década se valió de la técnica del poema-poster impreso, así como de cartillas de difusión gratuita.


Nuestro antepasado decía: ¡Tenemos larga vida!
Pero vengo de la vida y de la muerte
Y el armamento restalla en nuestra contra.
Pero mientras tenga el corazón encendido
no morirá la indígena en mí
ni tampoco el compromiso que contraje
delante de los muertos
de caminar con mi gente, paso a paso
y firme, en dirección al sol.
Soy una aguja que bulle en medio del pajar.
Cargo el peso de la familia espoliada
desacreditada, humillada
sin forma, sin brillo, sin fama.

Pero no solo soy yo.
No somos diez, cien o mil
los que brillaremos en el teatro de la Historia.
Seremos millones, unidos como cardumen.
Y no necesitaremos más salir al mundo
embriagados por el ardor de la masacre
a llorar y a derramar preciosas lágrimas
porque no nos respetan.

La migración golpea la puerta
las contradicciones nos envuelven
las carencias nos plantan cara
como si nos dieran en la cara a todas horas.
Pero la conciencia se levanta con cada golpe
y nos volvemos secos como la tierra
pero no perdemos el amor.
Porque tenemos el corazón latiendo
chorreando sangre por todos los rincones del universo.

Viviré 200, 500 0 700 años
y contaré mis dolores, a tí
oh identidad!
y entre un acto y el siguiente
morderé tu cabeza
como quien busca la fuente de tu fortaleza
de tu juventud
el poder de tu gente
el poder del tiempo que ya pasó
pero que vamos a recuperar. 

Y asaltaremos con motivo las casas,
los templos, los palacios
y los transformaremos en aldeas de amor
en miradas de ternura
como las tuyas, brillantes, ¡cálida identidad!
Y transformaremos los sexos indígenas
en órganos productores de lindos bebés
guerreros del futuro
y no pasaremos más hambre
hambre de alma, hambre de tierra, hambre de bosque
hambre de Historia.

Y no nos suicidaremos
a cada siglo, a cada era, a cada minuto
y nosotros, indígenas de todo el planeta,
solo sentiremos el hambre natural
y el jugo de nuestra ancestralidad
nos alimentará para siempre
y no existirán más úlceras, anemias, tuberculosis
desnutrición
que nos vengan a derribar.
Porque seremos más fuertes que todas las células cancerígenas juntas
de toda la existencia humana.

¿Y nuestros corazones?
¡Nosotros no tendremos que recogerlos
más en pedazos del suelo!
Y pisaremos a cada ceremonia nuestra
más firmes
y nuestras neuronas serán todopoderosas
como nuestras leyendas indígenas.
Tanto que nunca más temblaremos ante las armas
ni las palabras y miradas de los que 'llegaron y no se fueron'.
Seremos nosotros, dulces, puros, amantes, ¡gentes normales!
Y te diré, identidad: ¡Te amo!
Y nos negaremos a morir,
a sufrir a cada gesto, a cada dolor físico, moral y espiritual.
¡Nosotros somos el primer mundo!

Queremos vivir para luchar.
Y encuentro fuerza en tí, ¡amada identidad!
Encuentro sangre nueva para soportar este peso
inmundo, arrogante, cruel...
y al tiempo que somos dulces y amables
somos petulantes y prepotentes
delante del poder mundial
delante del aparato bélico
delante de las bombas nucleares.

Nosotros, pueblos indígenas,
queremos brillar en el teatro de la Historia
rescatar nuestra memoria
y ver el fruto de nuestro país, mientras nos dividen
radicalmente
entre millares de aldeados y 'desplazados'
como nosotros.


-un poema de Eliane Potiguara, disponible en antología "Poesía indígena hoje"
-traducción de Tive Martinez, 2021





 

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