viernes, 5 de marzo de 2021

Brasil fantástico: Aline Valek

 

Todavía no conozco el resto de obras de Aline Valek (Minas Geraes, 1986) como para clasificarla en la categoría de "autora de ciencia ficción", pero parece que es un género que le gusta explorar. Desde luego que da para mucho, para cualquier cosa. La ciencia ficción es un campo de posibilidades.

Por ejemplo, esta que es su primera novela, "As águas-vivas não sabem de si" (Fantástica Rocco, 2016) tiene el lado especulativo de la ciencia ficción y algún toque de horror, porque introduce tecnología y biología avanzadas y enfrenta a sus personajes -y al lector- al abismo. Todo ello está descrito con un lenguaje realista, casi técnico, frío como las profundidades del océano en las que sucede lo que se cuenta, efícacísimo para el efecto que busca. 

La autora situa a cinco personajes en el interior de un puesto científico submarino, subvencionado por una empresa privada que no tiene relevancia en la historia, entre los que destacan un profesor obsesionado con descubrir la fuente de un posible sonido inteligente abisal y, la verdadera protagonista, una profesional de la apnea y la inmersión de riesgo. 

En el fondo ;-) es una historia de recorrido íntimo, de prospección existencial, en la que apenas hay escenas de acción y estas no son nunca espectaculares. Es decir, que estaría más cerca de un film de Tarkovsky que de Cameron. Aquí no hay héroes ni villanos. Aunque se abre con una cita de Lovecraft, tampoco hay un encuentro con monstruos ni entidades interdimensionales como es común en historias con similar punto de partida. 

Sí que hay su parte de asombro conforme a la segunda cita de entrada, de Verne, pero conviene que el lector sepa que la revelación final, preparada con rigor quirúrgico por Valek, incluye gatillazos de los protagonistas masculinos y una parábola de la soledad cósmica y la imposibilidad de comunicación por las vías ya gastadas.

Para ello, magistralmente, la autora va intercalando apasionantes capítulos donde los personajes no son humanos, sino un pulpo, una raya, un cachalote, unas medusas (las aguavivas del original portugués) -y hasta aquí puedo leer. Recomiendo la traducción al español de esta novela, que yo mismo realizaría si se me hiciera el encargo.

-una reseña de Tive Martinez, 2021

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